Pintando el cielo

Por: Olimpia Natera

Cada otoño y temporada invernal, los días son más pequeños y se alargan las noches. El sol hace su trabajo y se refugia muy temprano para darle oportunidad a la luna y a las estrellas brillar.
Pero así como existe fascinación en mí por los astros, también hay cierta obsesión por la meteorología, en este caso, la formación de nubes.

Ese estruendo que se escucha a lo lejos y al momento de observar a esa dirección, una gran nube, llena de luces en su interior provocada por un sinfín de relámpagos es uno de los mejores espectáculos naturales que se puede disfrutar de manera gratuita.

O aquellas nubes ligeras que con la ayuda de los rayos de sol crean un mural radiante en el cielo y más aún, con la naturaleza que hay a su alrededor el panorama se vuelve deslumbrante y pacífico a la vez…
… y sí, quizás para muchos todo esto es una locura de mi parte, pero amo capturar este tipo de momentos que no se ven a diario y que al tener la dicha de contemplar, generan paz y un gran respeto y cuidado hacia La Madre Tierra.

“Las nubes: los únicos pájaros que nunca duermen”.
–Víctor Hugo.

La Revista de Arena

"La arena como el tiempo es infinita y el tiempo como la arena borrará mis huellas y perderá mi rastro"