Te escribo avisperos
velos que los desespero
te los dejo en el florero
donde te guardas los besos
cerca de tu monedero,
telas negras que se queman
con las yemas de tus dedos.
Y ese tacto como hogueras
calor como enredaderas.
Has lo todo como puedas
ver las señas que no esperas
es la estela, esferas de las
velas de tus ojos negros.
Amiga veras que esperar
es esperar desesperar
Vez, es que el arte
de esperarte es despertarte
en parte por pararte en medio
por mover los avisperos
y para serte sincero
sigo siendo esos esperos.
Por: Jesús T. Aldaba.

