Días nublados.

Sentado a solas, con un cigarro en la mano, mi mente comienza a crear ilusiones. A mi
lado, sentada, riendo hasta llorar, escuchando sus historias, sus problemas. Me rodea una
felicidad que solo ella me provoca, pero, es interrumpida por la brasa del cigarro quemando
mi mano y vuelvo a mi vacía realidad.

Por: Sebastián Aldaba de Lira

La Revista de Arena

"La arena como el tiempo es infinita y el tiempo como la arena borrará mis huellas y perderá mi rastro"