Llueve en el desierto.
Cae nieve en la selva.
Es una tormenta.
Es un problema.
Me fumo las manos.
Que ganas de volverme humo
para meterme en tus pulmones,
para inundar tu sistema con la paz
que me imprimes en el alma.
Quisiera volverme gas,
borrar las huellas fosforescentes
del regalo de los sentidos.
Volverse puente para cruzar el tiempo.
Volverse música triste
y entrar en tus oídos
o vivir con sangre de cemento.
El amor es ciego
pero no es sordo,
no es temporal
pero se muere y agoniza.
Es tiempo de cortar la yerba alta,
de cosechar la corteza
endurecida de las arterias
o sufrir sufriendo.
Por: Jesús T. Aldaba

