Por: Olimpia Natera

Hace uno días, ocurrió una tragedia en el pueblo, una joven perdió la vida a causa de un accidente automovilístico, su inesperada partida ha sido un fuerte golpe no sólo para su familia sino para todos aquellos que la conocían y la estimaban.

Al acudir al funeral y dar mis más sinceras condolencias me di cuenta de que a un lado del féretro yacía un perro al cuál querían mover de ese lugar pero no fue posible, pues ese animalito se aferró a no dejar su posición y nadie logró moverlo de ahí. Después de un rato, una de las personas sentadas a lado mío se acercó y entre oídos me dijo que ese canino no se movía de ahí porque era el consentido de la joven fallecida, pues ella lo cuidaba y trataba de una manera especial.

Ese momento fue triste pero a la vez emotivo pues en muchas ocasiones el humano no llega a percibir el amor que otros seres vivos pueden darnos a cambio de un simple cumplido, una caricia o un poco de comida y tampoco nos damos cuenta de la tristeza que en ellos se genera cuando sufren de abandono o son gravemente golpeados.

El tener un animal de compañía o una mascota (como vulgarmente se le conoce) es mucho más que tenerlo de guardián para espantar a roedores o a otras personas, pues al momento de tenerlo en casa ya es considerado parte de la familia. Y sí, quizá no reciba el mismo trato que un hijo, pero sí debe contar con ciertos cuidados que son necesarios para él y benéficos para los demás habitantes.

Desafortunadamente no todos tienen esa mentalidad aún, pues el abandono de animales va en aumento, pero afortunadamente la adopción también sigue creciendo y eso es algo sumamente bueno, pues ya hay más personas que les dan alojo a aquellos perros, gatos u otras creaturas encontradas en situaciones degradantes, convirtiéndose así en los nuevos compañeros de vida o mejor dicho el bienvenido amigo animal.

«El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del ser humano»
-Charles Darwin.

«Estoy a favor del derecho de los animales, al igual que del derecho de los humanos. Ese es el camino de un ser humano completo»
-Abraham Lincoln.

«Cada criatura en desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida»
-San Francisco de Asís.