Llevo tanto tiempo viendo esas luces,
que ahora creo que ellas me ven a mí.
Oscilan o, será que el que se mueve soy yo.

Como negar que te extraño
si me resulta bastante extraño
que ya no te piense tanto.

Como olvidar mi condición
si estas cosas las escribo sobre un espejo
y como aceptarla también
si entre las líneas está la protesta
de mentes cansadas.

En el texto está la locura de buscar
las palabras lógicas, las ideas adecuadas
y la luna pintada en las pupilas abiertas.

Como negar que me drogué el alma desnuda,
que si pierdo tu recuerdo parece que lo pierdo todo,
que no me queda nada más que lo que me quedaba,
que no quiero verme miserable, aunque ya lo sea desde el día cero.

Como negar que las luces son más bellas y oscilantes
cuando por instantes te visito en mi memoria.

Por: Jesús T. Aldaba.